"Las curvas del amor" es la primera parte de la trilogía "Hermanas Collins". Es una novela de género romántico escrito por Stefania Gil, una joven venezolana que vive en Málaga.
Cameron Collins es la protagonista de esta obra. Una chica sana, que cuidaba su físico y cuyo sueño era ser modelo pero que se frustró cuando no la aceptaron en un casting por tener las caderas anchas.
Es por ello que decide dedicarse a otra cosa y abandonar su sueño y... su cuerpo. Ahora se acerca a los 30 años de edad.
Keith Grant es un chico que también tuvo que abandonar su sueño de ser futbolista por una lesión y se convirtió en entrenador personal. Consiguió ser reconocido como tal cuando fue contratado por grandes personalidades de la televisión.
La vida de ambos se cruzan cuando la familia de la joven, dueños de una importante revista de moda, contrata a los dos chicos para realizar un reality show en el que Cameron deberá poner su cuerpo en forma con la ayuda del entrenador. De esta forma, la familia pretende que vuelva a ser la que era y pueda cumplir su sueño.
Aunque al principio la chica se encuentra muy contrariada con su nuevo trabajo, pronto se dará cuenta de que realmente es beneficioso para ella.
Poco a poco la historia entre ellos dos va dando paso a una amistad que puede desembocar en algo más en cualquier momento, aunque el lector lo intuya, no sabe en que momento va a dar el giro tan esperado y además deberán salvar las trabas que les son impuestas por los productores del programa debido a la ansiedad por el éxito.
Los personajes son los típicos de una novela de este género: Chica guapa pero con complejos que hacen que no se vea así y chico guapo con aire de creído pero que en el fondo es encantador. Personajes bien construidos por la autora que nos demuestra que nos solemos guiar por prejuicios.
En las siguientes entregas esperamos encontrar a estos personajes y saber como continúa la historia, a la vez que conocemos mejor a las otras hermanas Collins.
La narración es buena y fluida lo que ayuda a leer el libro de manera más amena. El vocabulario utilizado es sencillo y comprensible.
Escrita en tercera persona y en pretérito, "Las curvas del amor" es una obra entretenida, que consigue que pasemos un buen rato y que apreciemos nuestro cuerpo un poco más.